domingo, 20 de julio de 2008

Sobre el arte y el fin del aburrimiento dominguero

Domingo por la mattina, un poco temprano como para tener algo más que hacer que navegar. Veo en Digicom una serie publicaciones recomendadas. Porque me gusta Drexler, o simplemente porque el ratón picó primero ese link, leo la publicación de Mavi. Ella refiere a la problemática de la creación artística.
Recuerdo el posteo de Germán Villareal y me divierto evocando viejas discusiones: ¿es posible seguir hablando de arte?

Arthur Dantó, unos de los teóricos más radicalizados con el fin del arte, comienza uno de sus libros con una divertida anécdota:
Fue una mañana fría y un marchante adinerado. Él ingresó al prestigioso museo británico y vió que había desaparecido una millonaria instalación. La inauguración se había festejado con éxito la noche anterior. Un reconocido artista presentaba su última obra, una instalación de un dormitorio lleno de desperdicios (papeles, vasos de plásticos, colillas de cigarrillos, etc). Desesperado, el marchante corre a pedir ayuda al conserje y le cuenta lo sucedido. Pálido, el encargado de limpieza confieza que él había barrido, sin sospecharlo siquiera, la millonaria instalación.

¿Cómo definir qué es arte cuando todo es suceptible de serlo? ¿Es el arte un concepto de la modernidad? ¿De qué hablamos cuando hablamos de arte en la modernidad líquida?

Natalia Sambrana ineterroga sobre la figura del artísta en su posteo titulado: Creación colectiva: ¿el fin el artista?

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